sábado, 4 de febrero de 2012

Corazón por Olimpia Barreiro


Deseaba como nadie tocar el violín, y cuando se agasajaba de conciertos su sonrisa resplandecía.
Justamente el de su director favorito era el que estaba viendo. Tocando la orquesta completa  el “Danubio azul”; no sabía que le gustaban más si las cuerdas, si la mágica voz de los sopranos o tenores, si el piano, si las flautas.
Pero había un sonido que le llamaba la atención mientras abrazaba a su acompañante oía un mejor sonido que jamás había escuchado antes a pesar de que tenía experiencia en la música.
Era una especie de tambor con ciertos silencios, cuando volteo a verlo vio que provenía de el, y que jamás quería que se alejará.

                                                    DEDICADO A ROBERTO GAMA

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